Como con cada Mundial FIFA, estamos de vuelta.
Queremos repetir que es vergonzoso que la Asociación de clubes del Fútbol Argentino esté representada por jugadores que, en su mayoría, no pertenecen a entidades de la AFA. De los 23 que fueron, 20 no lo son.
A Brasil le pasa lo mismo. Debe ser una realidad propia de los países que producen figuras apetecibles en el exterior.
Es falsa la representatividad del elenco argentino. Como también lo será el de Uruguay, Chile y los países africanos.
Es despreciable también que haya DDTT foráneos. Inglaterra, inventora del fútbol, llevó a Brasil a un italiano, que sucede a un sueco. Colombia, a un argentino (que ya dirigió a los nuestros); Camerún, lo mismo. Brasil, a Felipao, que condujo a Portugal a muy buen destino en una edición anterior.
Es hora, además, de modificar el sistema de arbitraje. Es violento confiar en una persona de imprevisible criterio la suerte de un equipo internacional. Lo que hizo el japonés con Croacia, lo demuestra. En el futuro, las situaciones críticas del juego deberán resolverse con recursos externos a la cancha y pasar a ser el referee su aplicador. Para eso sobran las herramientas digitales y mecánicas. (Claro que así se vuelve más difícil torcer lo correcto en cuanto a las decisiones del árbitro...)
Hasta pronto. ¡Que viva el espectáculo!