El Gobierno gastó en cinco años más de $ 5.500 millones en el Fútbol Para Todos (FPT), aunque los economistas dicen que serían varios miles de millones más si se les aplicara el coeficiente inflacionario desde agosto de 2009, cuando el Estado nacional comenzó a pagar cifras exorbitantes para transmitir los partidos de la AFA.
En 2009 la AFA le cobraba $240 millones al año a TSC, la empresa de Torneos y el Grupo Clarín que transmitía los partidos, que a su vez solventaba esos gastos con lo que cobraba por publicidad y abonos de la TV paga. En agosto, la AFA rompió ese contrato y firmó otro con el Gobierno, a quien pasó a cobrarle $600 millones, que se fueron indexando, hasta llegar a $ 900 millones este año, aunque se elevaron a $ 1.447 millones incluyendo los exorbitantes gastos de producción audiovisual. Cuando Cristina Fernández de Kirchner anunció dicho acuerdo, dijo que el fútbol era “un negocio extraordinario que no necesita ser subsidiado” y que las ganancias del FPT iban a ser la mitad para la AFA y “el 50% a la promoción de nuestro deporte olímpico”. Pero nunca hubo ganancias y sólo hubo gastos. Al año siguiente de su lanzamiento, la Presidenta suspendió la publicidad privada y comenzaron a transmitirse sólo avisos del Gobierno. Todo comenzó a ser subsidado por el Estado, que incrementó notablemente sus gastos en el FPT: en 2009 fueron $ 325 millones -se pagó medio año-, en 2010 pasó a $ 693 millones, luego $ 753 millones, después $ 1.287 millones y en 2013 fueron $ 1.511 millones. En esos cuatro años y medio se gastaron $ 4.569 millones, en un programa que depende del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien prometió cambios, que nunca concretó por las resistencias a dejar de usar al fútbol como un botín político, tal como ahora ocurre con el Mundial.
Anteayer el Gobierno amplió en $ 37 millones esos gastos, que están presupuestados en $ 1.447 millones para 2014, pero que se incrementarán, ya que se ejecutó el 55% de ese presupuesto en los primeros cinco meses del año. A partir de la denuncia de Graciela Ocaña, al fiscal Eduardo Taiano no le cierran esos números.
Habrá que ver si la Justicia puede desentrañar por qué aumentó tanto lo que paga el Gobierno, mientras las deudas de los clubes de primera división aumentaron un 48 % el año pasado, hasta llegar a $ 2.445 millones. Muchos sospechan que parte del dinero que el Gobierno le paga a la AFA se queda en el camino, entre productoras de contenidos y financieras donde los clubes deben cambiar sus cheques, vinculadas a funcionarios del Gobierno y a dirigentes de la AFA.
(De A. Alfie, Clarín)
Querido Julio,
el FPT no es un negocio, es un servicio de tu gobierno a todos aquellos que no tendrían forma de ver el Mundial al no poder pagar la TV privada, que debe ser por lo menos el 50 % de la población, solamente unos 20 millones de personas.
Ademas, ha quedado demostrado que Clarín permanentemente miente para crear un clima de desastre y desesperanza que deteriore la imagen del gobierno. Los números que muestran en cualquier tema que tratan nunca son ciertos.
J.W.
Destacamos el artículo de A. Alfie, de Clarín, en primer término. Después, una apreciación notoriamente opuesta, explicando el valor del propósito para facilitar el goce del fútbol a casi todos los compatriotas interesados.
Lo único que voy a señalar es que todo tipo de publicidad de gobiernos debería ser financiada a través de los partidos políticos. Ninguna autoridad política tiene derecho a usar el dinero de todos para hacerse propaganda. Eso le corresponde a la facción que logró los votos para acceder al poder. Y ya se sabe cómo reparten esos recursos fiscales según los criterios más oportunistas y provechosos.