13.11.11

El Vecino Juan


Nació en González Chaves, el pago en que quince años antes lo hiciera otro trascendente, el finado cineasta Mario David.
Juan Sasturain colaboró en Clarín La Opinión y Página/12. Se desempeñó como jefe de redacción de las revistas Humor y Superhumor.
En 1981 conoció al dibujante Alberto Breccia y juntos elaboraron la historieta "Perramus", la cual ganó gran prestigio en el país y en el exterior, donde llegó a ser premiada por Amnesty International (Amnistía Internacional, el organismo de derechos humanos Premio Nobel de la Paz 1977).
Dirigió la revista Fierro en 1984, a la que subtituló Historietas para Sobrevivientes. Fierro dejó de circular en 1994 pero Sasturain regresó para dirigir su relanzamiento desde noviembre de 2006, con Página/12 como editora.
Como director del suplemento deportivo de Página/12, escribió en forma regular sobre fútbol. En ese diario, continúa como editor. Conduce el programa de televisión "Ver Para Leer", que trata sobre libros y escritores que él y otros famosos recomiendan. El programa es emitido los domingos a la medianoche por Telefé (Canal 11, de Argentina).
En la actualidad, Juan Sasturain, conduce semanalmente el programa Continuará... en el Canal Encuentro, sobre la historia de la historieta argentina.

Futbolista...casi.
En Coronel Dorrego (de donde es el "Bichi" Fuertes) llegó a jugar en la Primera de Independiente. Era delantero. En el ’63 salieron campeones de la liga de Dorrego. "Al año siguiente me vine a Buenos Aires a estudiar, y como tenía un tío que laburaba en San Lorenzo me fui a probar. Después pasé por Independiente, estuve tres o cuatro prácticas. Al final fui a Lanús y quedé. En ese grupo todos teníamos 19 años, pero había un nene de 16, chiquito, que la rompía: era Ramón Cabrero. La verdad, vine a estudiar Letras, pero jugar al fútbol me gustaba mucho. Al final, la realidad eligió por mí. Es mucho más fácil recibirse de profesor de Literatura que jugar en Primera".

Realista
 "Cuando ves a las selecciones juveniles te das cuenta de que todos los rivales juegan mejor que nosotros. Acá, a los pibes les enseñan a marcar, a correr, a cuidar la posición y a hacer relevos en lugar de cómo manejar la pelota. Están formando jugadores de metegol. Estoy convencido de que lo que vemos o lo que se nos muestra o lo que nos vemos obligados a consumir como lo único posible es mucho peor que lo que se podría. Con estos mismos jugadores el fútbol argentino podría ser mejor. Hay una ideología, un concepto general de la competencia que tiende a deteriorar la calidad del juego.
No aparecen jugadores y los que aparecen se van tan rápido que no hay posibilidad de que generen nada.
Entonces, creo que habría que respetar ciertos conceptos mínimos: el cuidado de la pelota, el respeto por la libertad individual de los jugadores; no anteponer el esquema táctico a la aptitud ni las obligaciones a la posibilidad de jugar", afirma.

Hincha
"Soy como el Tano Pasman. Afectivamente me comprometo muchísimo, y estoy cada vez más intolerante con las voces que me desagradan, con los comentarios pelotudos o tendenciosos. Si alguna vez les dijeron que con el paso del tiempo van a dejar de calentarse, les mintieron. Es una enfermedad que no se cura. Y está bien que sea así. Cualquier cosa, menos evolucionar hacia el cinismo. Podés ser escéptico, pero no cínico. Nosotros nos apasionamos con el fútbol porque creemos. No comemos vidrio: ojo. Pero creemos que no todo está arreglado, creemos que hay equipos grandes que pueden descender, creemos que no hay intereses que manejan los partidos, por eso los miramos. Nos apasionamos porque creemos. Y eso hay que reivindicarlo. Si no, te dedicás a la Economía y te convertís en uno de esos soretes que están pronosticando la ruina todo el tiempo mientras se guardan la guita en el bolsillo", critica.